Errores comunes al elegir un seguro de salud y cómo evitarlos

Es fácil caer en la trampa de pensar que el seguro médico es algo que se vende igual que cualquier otro producto o servicio, pero eso no podría estar más lejos de la realidad. El funcionamiento de los seguros de salud es muy diferente al de cualquier otro producto o servicio, por lo que es importante entender cómo funcionan antes de tomar una decisión que podría afectar a su seguridad financiera en los años venideros.

No tener conocimiento de la aseguradora

No conocer el seguro médico puede ser un problema por varias razones.

Si no sabe lo que cubre su seguro, puede acabar pagando de su bolsillo servicios que deberían haber estado cubiertos. Si esto ocurre, no podrá obtener el reembolso de sus gastos, por lo que es importante saber qué cubre y qué no cubre su plan.

Además, si no sabes quién es la aseguradora, no hay forma de ponerse en contacto con ella cuando algo va mal con tu cobertura. Esto puede dar lugar a problemas como tener que pagar facturas médicas inesperadas o que te denieguen reclamaciones por no haberlas presentado a tiempo.

No saber la reputación de la aseguradora

Una de las mayores desventajas de no conocer la reputación de su aseguradora es que podría acabar pagando más de lo que debería por su seguro.

Si no sabe qué aseguradoras tienen buena reputación y cuáles no, puede dejarse seducir por una que parece ofrecer grandes ofertas y descuentos, pero en realidad no es así.

También puede acabar con una aseguradora que tenga mala reputación por no pagar los siniestros de forma justa o, incluso, por no pagarlos en absoluto.

Esto significa que si le ocurre algo a su coche, casa u otra propiedad, puede quedarse sin el dinero que necesita para reparar o reponer lo dañado.

No saber que necesitas realmente

Uno de los aspectos más importantes a la hora de contratar un seguro es saber si lo necesita o no. Antes de comprarlo, pregúntese siempre: ¿Qué pasará si no lo tengo?

Si no tiene seguro de vida, por ejemplo, y le ocurre algo a su familia, como la pérdida de sus ingresos o una urgencia médica que les impida trabajar hasta que vuelvan a estar sanos, ¿cómo podrán hacer frente a todos esos gastos por sí solos?

Si no tienes seguro de coche, ¿quién pagará las reparaciones si tu coche sufre un accidente? ¿O si alguien le atropella conduciendo de forma temeraria y causa daños a su vehículo? Si no tiene cobertura de colisión en el momento del accidente, tendrá que pagar de su bolsillo todas esas reparaciones. ¡Eso podría significar miles de euros!

Hay muchas más situaciones en las que tener un seguro puede ser útil. Es importante que entendamos en qué nos estamos metiendo cuando tomamos estas decisiones para que podamos sacar el máximo provecho de las pólizas que elegimos hoy en línea.

Si no está seguro de lo que necesita, contratar una póliza de seguro puede ser bastante intimidante. Pero hay algunas formas sencillas de asegurarse de que obtiene la cobertura adecuada a sus necesidades.

  • El primer paso es averiguar contra qué tipo de cosas quiere protegerse: por ejemplo, contra un incendio o un robo. Puede empezar por anotar los posibles riesgos que se le ocurran y considerar si su póliza actual los cubre o no. Algunos ejemplos pueden ser:
  • Seguro de hogar: cubre los daños por incendio y otras catástrofes, así como por robo y vandalismo.
  • Seguro del inquilino: similar al seguro del propietario, pero también puede cubrir riesgos adicionales como daños por agua o inundaciones en sótanos o lavanderías.
  • Seguro de vida: ayuda a saldar deudas en caso de fallecimiento inesperado y puede proporcionar ayuda económica a los familiares supervivientes en caso de enfermedad o incapacidad.
  • Seguro médico: cubre los gastos médicos en caso de enfermedad o accidente; puede incluir los medicamentos recetados y las visitas a la consulta del médico o a urgencias. También puede considerar un seguro de incapacidad si tiene problemas para trabajar debido a una lesión.

No leer las letras pequeñas

No leer la letra pequeña al contratar una póliza de seguros puede tener diversas consecuencias negativas.

Si usted es como la mayoría de la gente, probablemente no lee la letra pequeña de sus pólizas de seguro, ya sea de automóvil o de hogar. ¿Y por qué debería hacerlo? Usted lo paga y eso es todo lo que necesita saber.

Pero eso puede ser un error. ¿Por qué? Porque si no lees la letra pequeña, pueden ocurrir cosas que te cuesten dinero o tiempo, o ambas cosas.

Por ejemplo: supongamos que tienes un accidente y decides presentar una reclamación a tu compañía de seguros de coche. Si no leíste la letra pequeña de tu póliza, es muy probable que no cubran algunos de los daños causados a tu coche porque no formaban parte de su acuerdo de cobertura. O, si lo cubren, te cobrarán un suplemento por hacerlo.

Lo mismo ocurre con las pólizas de seguro médico: si hay algo que puede no estar cubierto por tu plan o que requiere gastos o papeleo adicionales, esas cosas te pasarán factura más adelante, cuando sea más importante (por ejemplo, cuando realmente ocurra algo).

No revisar los periodos de creencia

La mayor desventaja de no revisar los periodos de carencia al contratar un seguro es que puedes acabar pagando más de lo necesario. Si no revisas el periodo de carencia de la póliza y te fijas en las exclusiones, puedes acabar pagando por una cobertura que la aseguradora no cubrirá en caso de siniestro.

Otra desventaja es que puede ser difícil averiguar cuál es tu periodo de carencia. Si ha tenido una póliza de larga duración con una compañía y luego cambia a otra, por ejemplo, puede ser difícil averiguar cuál va a ser su periodo de convicción. Esto puede dificultarle planificar con antelación y saber cuánto dinero necesitará en caso de que ocurra algo y tenga que hacer una reclamación.

Previous Post
Newer Post

Leave A Comment

Seguro de Decesos